Cuento: Tío León y Tío Conejo
Había una vez en la selva, dos animales muy diferentes entre sí: Tío León y Tío Conejo. Tío León era grande, fuerte y siempre se mostraba orgulloso de sus habilidades. Tío Conejo, en cambio, era pequeño, astuto y muy habilidoso para escapar de los peligros.
Un día, Tío León se encontró con Tío Conejo y decidió burlarse de él: «¿Cómo puedes sobrevivir siendo tan pequeño e insignificante?», le preguntó. Tío Conejo, en lugar de responder, decidió desafiar a Tío León a una carrera. «Si ganas, me comerás, pero si yo gano, tendrás que admitir que mi pequeñez no me impide ser valioso», dijo Tío Conejo.
Tío León aceptó el desafío, seguro de que ganaría fácilmente. Comenzó la carrera y Tío León corrió a toda velocidad, creyendo que estaba muy por delante de Tío Conejo. Sin embargo, Tío Conejo había sido astuto y había marcado el camino con sus huellas, lo que lo hacía parecer que estaba corriendo más rápido.
Al final, Tío Conejo llegó primero a la meta y Tío León tuvo que admitir que la pequeñez no era sinónimo de debilidad. Tío León se sintió humillado y Tío Conejo se fue con la cabeza en alto.
Moraleja: Nunca subestimes el poder de alguien solo por su tamaño o apariencia. La astucia y la habilidad pueden ser más valiosas que la fuerza bruta.
©Versión de Ross Durango / Lic. en español Y literatura