
Cuento: El pajarito divertido
Había una vez un pajarito que, al momento de nacer, no podía salir del huevo y tratando de hacerlo cayó del nido, el cual estaba en la copa de un árbol y dio varias vueltas, hasta lograr salir. Se dice que el golpe afectó su cabecita, pues es un pajarito muy divertido y diferente a sus hermanos.
El pajarito hacía toda clase de travesuras como, por ejemplo, esconderse de la mamá cuando lo llamaba, hacerse el invisible para que no le toque hacer tareas e imitar al señor cometa, quien entrega las cartas en el pueblo.
No había momento en que el pajarito divertido no hiciera reír a la gente, pero llegó el día en que ya no causaba alegría. Un día le hizo cosquillas al hermano mayor y este se molestó. Salió de casa en busca de su mejor amigo y cuando lo vio le pidió que adivinara lo que estaba pensando, el amigo le respondió: “ahora no tengo tiempo”, siguió su camino y llegó a la plaza del pueblo, allí se encontró al cartero y le quiso hablar y este le dijo: “No tengo tiempo de jugar, estoy atrasado con las entregas”.
Al parecer todos estaban muy ocupados, para prestarle atención al pajarito divertido, ese día fue muy triste para él. Se hizo de noche y regresó a casa pensando que las cosas estarían bien. Pero su madre al verlo le regañó y hasta lo castigó por haberse perdido todo el día.
El no entendía por qué todos a su alrededor actuaban así y pensó en irse de la casa. Sintió que ya no era importante en sus vidas, tomó ropa y la guardó en su morral de colegio. Cuando notó que todos en su casa estaban distraídos abrió la puerta y salió, cuando lo hizo escuchó: “sorpresa”, eran todos sus amigos del colegio, sus padres, hermanos, vecinos y hasta el cartero, quienes le prepararon una fiesta, para agradecerle por existir, pues sin duda era la alegría de todos.
Moraleja: A veces por momentos, nos olvidamos lo valioso que somos en la vida de otros y es necesario que nos lo recuerden. Ser luz para otros es una razón para existir, que nos debe impulsar para entregar lo mejor en todo momento de la vida.
FIN.
©Versión de Ross Durango / Lic. en español Y literatura
